Es innegable el hecho de que la Música es un elemento clave que contribuye al
desarrollo del intelecto gracias a su consideración como ciencia y arte, y que tiene unos
indudables efectos emocionales y afectivos que influyen en la expresión personal y en la
relación con los semejantes.
Por eso es necesario recoger una serie de ideas implementadas dentro de unos parámetros
musicales que complementen el desarrollo del equilibrio personal y la formación de
hábitos de escucha, tolerancia y respeto hacia los demás y hacia el entorno.
Estas cualidades intrínsecas de la práctica y el conocimiento de la música se
concretan del siguiente modo en los ejes transversales del Currículo:
• EDUCACION MORAL Y CIVICA Y EDUCACION PARA LA PAZ: A
través de del fomento de actividades grupales y del conocimientos de distintas
manifestaciones culturales musicales se potencia la aceptación y reconocimiento
de los demás, propiciando la tolerancia y el respeto mútuo.
• LA EDUCACION PARA LA SALUD: Resulta innegable que la práctica
de la música contribuye al establecimiento de hábitos de higiene física y mental,
ya que ello fomenta un desarrollo personal equilibrado, buscando la creación de
nuevas vías de comunicación y una tendencia a conseguir un entorno que
contribuya al bienestar.
• LA IGUALDAD ENTRE AMBOS SEXOS: Es necesario fomentar al
alumnado la idea de igualdad entre los sexos y el papel fundamental de la mujer
en la sociedad actual. Por eso los materiales de este Proyecto no inducen a
ningún tipo de discriminación relacionada con el sexo en cualquier de las
actividades programadas.
• EDUCACION DEL CONSUMIDOR: Es indispensable desarrollar en el
alumnado la idea de ser un consumidor responsable dentro de un mercado
marcado por el consumo de la música con fines lucrativos.
Por eso las actividades programadas buscan desarrollar en el alumnado criterios
de madurez y de selección que le permita consumir de forma libre y razonada.
• EDUCACION AMBIENTAL: En la sociedad actual resulta necesario
que el alumnado se conciencie de la presencia agresiva del sonido en el entorno.
Por eso las actividades programadas fomentan el desarrollo de una actitud
consciente y crítica ante las situaciones de uso y abuso de las fuentes sonoras.